VIOLHERENCIA “Maternal y paternal“
- José Xicay
- 15 jun 2016
- 2 Min. de lectura

Según tú cuando golpeabas a tus hijos eras la mejor persona, te desahogabas y rematabas tus propios problemas con él. Ahora te cuento que todos los llantos, te decían algo, todas las veces que te gritaba “No lo hagas mamá“ te repetía a cada rato TE AMO y tú nunca lo descubriste.
“Yo estaba allí esperando un abrazo pero jamás me lo diste, más que solo veía otra vez un puño sobre mi. Me aguantaba tanto porque de alguna manera quería encontrar la razón del por qué lo hacías. Jamás pude encontrar una explicación. Sé que nunca nos faltó algo, siempre había comida, siempre me llevabas al colegio, siempre me comprabas lo que yo quería, pero jamás me preguntaste si era feliz, jamás te diste cuenta que yo lo único que quería era crecer para irme de casa.
Y se llegó el día, llegué a mi mayoría de edad, y mis decisiones ya estaban claras, jamás te voy a odiar, sabes ¿por qué? –porque nunca encontré la respuesta de tus golpes- solo sé que quería una sola vez escuchar que estabas orgullosa de mí. Hoy regreso a casa simplemente como una visita más, y cada vez veo que te haces más grande, las fuerzas con las que me pegabas se van desvaneciendo.
Vienes y me recuerdas que la casa que tienes es para mí, que los terrenos donde sembrabas eran para mí. Déjame decirte que te lo agradezco, pero sé que la única herencia que voy a llevar toda mi vida serán los golpes y los llantos que jamás pude sacar. No te odio, jamás lo haré.
Simplemente puedo decir, gracias por haberme hecho tan fuerte, que hoy cualquier golpe lo puedo soportar“
Manuelito
¿Y a ti qué te dejaron tus padres?
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