SOLIDADICTOS “La historia detrás de un semáforo rojo“
- José Xicay
- 15 jun 2016
- 2 Min. de lectura

Eran las 9:30 de la noche cuando transitaba por la zona 5, a punto de llegar a la esquina del estadio El Ejército, una noche lluviosa y el semáforo marca rojo, pensando en lo que iba a comer porque llevaba mucha hambre después de salir del turno de la radio. Con los vidrios cerrados de mi carro, vi a un costado si no venía algún motorista (ustedes ya saben la razón) luego volteé a mi costado izquierdo y vi la fachada de un restaurante de comida “china“ como le dicen… veía un rótulo que decía, SE VENDE. Bajo las pestañas de este antiguo negocio, observé a varias personas y en un instante mi mente concluyó diciendo “INDIGENTES“, rogándole a Dios que tuvieran con qué cubrirse de la lluvia y algo de comer.
Pasó el poco tiempo y el semáforo seguía en rojo, pero mi mente seguía construyendo historias, vi como una persona que dormía en este lugar, le compartía comida y además de esto, un bote con el respectivo alivio para la adicción que habían elegido, el famoso “pegamento de zapato“. En ese momento me asombré, pensando que no importa si hay dinero, si somos adictos a las drogas, alcohol u otras sustancias, si somos “rateros“, sicarios, prostitutas, homosexuales, de la élite, clasistas, indígenas, de diferentes religiones, y así puedo mencionar a muchos, pero siempre, SIEMPRE SEREMOS SOLIDARIOS en nuestro entorno en el que vivamos.
Los ladrones se compartirán sus armas o sus tácticas, un pandillero así sea en la cárcel conseguirá droga y alcohol para compartirla a otro mientras pertenezcan a la misma banda, una prostituta compartirá condones a la que no trae, un católico o evangélico compartirá la biblia así sea solo por “hipocresía“ pero lo hará.
Porque la SOLIDARIDAD, no verá ni a qué te dedicas, ni en qué trabajas, si tienes dinero o si perteneces a una religión. TODOS en algún momento de la vida somos o seremos solidarios.
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